Diagnóstico nutrimental
de los cultivos
En nuestro ADN van implícitos tanto el carácter innovador como de investigación, creando soluciones sencillas para problemas complejos en la agricultura. Con Tecnología Abona, ponemos a disposición de nuestros clientes fertilizantes de fabricación propia (sólidos y líquidos de origen orgánico, mineral y vegetal) mejorando la eficiencia de la fertilización y la estimulación fisiológica de las plantas.
Desde nuestro departamento SSDAgro (Sistema de Soporte a la toma de Decisiones en la Agricultura), se realiza un seguimiento nutricional de los cultivos abonados con Tecnología Abona, frente a los de la competencia.
Tras varios años de estudio buscando cómo poder diagnosticar el nivel nutrimental del cultivo, se vio necesaria la realización de una serie de analíticas para poder determinar la concentración de minerales presentes en las plantas que nos desvelasen sus valores.
El análisis foliar, es utilizado en un principio como referente, ya que este método ha sido objeto de estudio durante décadas; según bibliografía existente, sus resultados podrían determinar la situación nutricional de las plantas, indicador del rendimiento del cultivo y por supuesto, de la calidad del fruto final, que nos permiten conocer las diferentes carencias de elementos o posibles toxicidades por exceso de su presencia.
Con el trabajo del día a día en los campos de ensayo, llegamos a la conclusión de que utilizando únicamente el análisis foliar, no disponemos de datos suficientes para elaborar un plan de fertilización completo y adecuado a las necesidades de la planta, e incluso nos podría llevar a error debido al aumento de las aplicaciones foliares, pudiendo distorsionar los resultados finales de las analíticas; un claro ejemplo se ve en los elementos móviles, pues al adherirse a la superficie de la hoja implica poder no ser asimilados por la planta en la cantidad óptima para ser trasladados al fruto; este detalle nos hizo investigar más a fondo, concluyendo descartar según resultados este tipo de análisis, buscando aquellos que pudieran ser realizados durante todo el año y en los diferentes estados fenológicos del cultivo, para ofrecer un resultado más exacto a nuestros clientes; la conclusión final de esta investigación nos llevó a efectuar, como referente, la analítica de savia, conocida vulgarmente como «análisis de sangre» vinculada a la analítica de agua de riego que en la actualidad, se torna casi imprescindible, ya que el análisis de calidad del agua es indicador de los posibles riesgos que puede llegar a suponer para el cultivo (salinidad y toxicidad entre otros) calculando el valor nutricional que aporte, gracias a los nutrientes disueltos en ella.
Estados fenológicos
Tras nuestro trabajo de investigación durante 2020 y 2021 en los cultivos de tomate, maíz, olivar, almendro y arroz, se realizan gráficas con los datos de las diferentes analíticas, obteniéndose importantes valores de referencia en todos los estados fenológicos y, teniendo en cuenta parámetros esenciales como el pH, conductividad y Brix, datos que nos dan a conocer tanto la neutralidad como la concentración de macro y/o micro-nutrientes, así como la cantidad de azúcares presentes en savia.
Una vez analizados estos datos, determinamos que son concluyentes para conocer de forma precisa y, prácticamente instantánea a la recogida de la muestra, el estado nutricional tanto en hortícolas como en frutales, identificando la existencia de posibles nutrientes inmóviles; teniendo en cuenta estos valores, se elabora un plan de fertilización que contempla tipo de abonado (foliar, fondo, fertirriego…)
Seguimos siendo fieles a nuestro compromiso de crear futuro mediante un manejo sostenible en la agricultura, respetando el medio ambiente y garantizando la cadena de valor alimentaria, ofreciendo soluciones rentables y eficientes a nuestros clientes.
Catalina Pizarro